Primer objetivo cumplido


Posadas. Lo primero es lo primero. Se ganó. Y punto. Crucero cumplió el primer objetivo del partido de ida de la Promoción y se impuso a Alvarado de Mar del Plata por 1 a 0.
Si alcanzará o no para lograr el ascenso en la revancha, en menos de una semana, sólo quedará develado después del partido que se disputará en el estadio mundialista José María Minella el próximo domingo.Pero ya sabe el Colectivero que en este tipo de instancias, jugar bien sólo pasa a ser un concepto secundario. Todo pasa por ganar. Nada es más importante. Hace quince días, en su mejor producción ofensiva, Crucero perdía con Estudiantes. Y ayer, en una de sus peores tardes, venció a Alvarado. La ecuación es simple: en el fútbol mandan los resultados, no los rendimientos.Por todo esto, hay motivos para festejar la ajustada victoria del equipo misionero sobre el marplatense. Claro, también los hay para preocuparse.A favor está que esta vez, Crucero buscará el ascenso sin la soga al cuello, como aconteció cuando viajó a Río Cuarto a buscar un resultado casi imposible. Ganó como local. Y ahora, con sólo empatar en la Feliz, se instalará en la segunda categoría del fútbol argentino. A favor también está que, peor que ayer, no se puede jugar. Y desde este ángulo, la victoria cobra doble y hasta triple valor.Otro punto importante es que el Colectivero rinde mejor de visitante que de local, y que jugar en el paño de billar del Mundialista le permitirá al equipo de Dechat desplegar algo de ese fútbol que lo depositó en estas instancias. Y que ayer estuvo ciento por ciento desaparecido.Los síntomas que inquietan pasan por la exigua diferencia conseguida de local. Por el hecho de que, con poco, Alvarado tuvo varias ocasiones como para empatar. Y, por último, que repitiendo el nivel de ayer empatar en Mar del Plata parece más complicado que golear a Estudiantes en Río Cuarto.


Por ahora alcanza

En la previa sólo se piensa en ganar. La diferencia de goles viene después. Y en este sentido, Crucero pasó la primera barrera. El gran gol de Brítez, a los 32' de la primera parte, fue la única diferencia entre Crucero y Alvarado.Hasta ese momento, el local arrimó peligro con un remate de Marzo desviado tras milimétrico centro de Cabrera y otro disparo de Marczuk que reventó el palo izquierdo de Nabarro. La visita, en tanto, pudo haber silenciado el Andrés Guacurarí a través de Telechea, pero Gaona ahogó bien al delantero devenido en mediocampista en un mano a mano y llegó el alivio misionero.No obstante, Crucero vivió pero no aprovechó su momento de gloria. Porque después del gol, y durante 10 minutos, originó dos clarísimas situaciones como para ampliar ventajas. Pero en este caso Nabarro se recompuso del error del gol y le tapó dos mano a mano a Cabrera, primero, y Marczuk, más tarde.En el complemento nada cambió. O sí, pero a favor de la visita, que ajustó el medio, recuperó pelotas rápido y atacó con mayor determinación. Lógicamente que hubo aporte, importante, de la defensa local, que ofreció garantías que en otros momentos se pagan con lágrimas.Con el ida y vuelta que imprimió Klein por el sector derecho Alvarado inclinó la balanza de su lado. El ingreso de Sebastián Franco (ex Crucero) por Serpillo fue fundamental para oxigenar el círculo central y darle otra dinámica al medio.


Más vale pájaro en mano…

La inclusión de Franco por Cabrera refrescó a Marczuk y Gamarra, pero le quitó mucho al ataque. Con Soto fuera de servicio, Cabrera y Brítez fueron los únicos capaces de animarse a alguna genialidad.Dechat, conforme con la ventaja, prefirió aguantar el 1-0 y no llevarse sorpresas atrás. Pero al igual que en Córdoba hace una semana, pudo haber definido no sólo el encuentro sino parte de la serie. Pero no lo hizo. O lo hizo tarde. Gutiérrez tuvo menos de 15 minutos para demostrar su atrevimiento y hambre de gloria, pero quedó claro que en ese cuarto de hora, con Escobar Fretes (por Marzo) también en cancha, Crucero fue más claro y decidido.En deuda también quedó Gabriel Mosevich, cuyas escasísimas proyecciones no sirvieron como variable de agresión.Crucero ganó, y es lo que importa. Y mantiene la ilusión a flor de piel. Pero la revancha, en Mar del Plata, será la verdadera y última prueba de fuego para lograr un objetivo que se niega en los últimos tres años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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cabeza dijo...

vamos crucero que ganamos en mar del plata, dechat manda el equipo para adelante

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