Con gol del paraguayo Escobar Fretes a los 11 minutos del primer tiempo y se posiciona como uno de los punteros de la zona 2 junto a patronato y union de sunchales que tambien ganaron ambos partidos.
Jugando por momentos en un nivel superlativo, con un medio campo que combinó lucha, recuperación y juego en idénticas proporciones, Crucero del Norte consiguió esta tarde en Concepción del Uruguay, una merecida victoria ante Gimnasia de Entre Ríos, en un partido de la segunda fecha del torneo Argentino A. El único gol del partido fue obra del goleador histórico de Crucero del Norte, Martín Escobar Fretes, quien a los 11 minutos del primer tiempo clavó un soberbio cabezazo que superó la resistencia del arquero Roguier.
Aunque la diferencia en el marcador no lo refleje, en el trámite de juego Crucero fue muy superior de principio a fin y apenas sufrió algunos sofocones con una media vuelta de Quiroga que se fue desviado o un tiro libre de Álvarez que Gaona sacó muy bien al córner. Después fue todo del equipo de Pedro Dechat, porque presionó siempre a los volantes locales, no dejó pensar a Flores, Autino y compañía y no permitió que Marzo participara del juego. Por arriba Tomasini fue impasable y por abajo Rodríguez siempre estuvo activo en los cruces. Romero y Correa clausuraron su carril y con la ventaja inicial, aparecieron espacios para jugar.
Como ocurrió en la primera fecha, la movilidad de Duré fue determinante para desnudar todas las falencias de la última línea de Gimnasia, con Monge y Giovenale a destiempo y con Cristian Acosta más preocupado por proyectarse que por marcar. En la zona izquierda del ataque de Crucero precisamente, los misioneros encontraron huecos para generar peligro con las trepadas de Dardo y la dinámica de Cabrera. Pero todo el equipo mostró solidaridad para presionar con Recalde y Marczuk como abanderados en ese rubro. El más cerebral fue Gamarra, quien distribuyó con criterio y cada entrega fue segura.
Escobar y Duré siempre presionaron la salida y así se generó el único gol del partido, porque una equivocación de la última línea entrerriana terminó en un córner que Escobar, con su especialidad (el cabezazo), transformó en gol. Pero después se sucedieron las oportunidades, con un remate de Marczuk que pasó cerca, otro intento de Gamarra que llevó mucho peligro y una intervención de Duré que exigió al arquero.
De movida, en la segunda parte, Marczuk le puso una pelota bárbara a Duré que el delantero tardó en definir y permitió el achique del arquero. Esa fue la jugada que hubiera sentenciado el partido, porque después El Lobo salió del fondo y con bochazos se acercó a Gaona dejando espacios para la contra. Álvarez por izquierda no lograba penetrar al tándem Correa-Marczuk y encima el mejor volante local tuvo que salir de la cancha por una lesión de tobillo. Allí se desvanecieron las posibilidades se generar peligro real, porque no había quien le tire centros al grandote Quiroga y Marzo fue un espectador más dentro de la cancha en el segundo tiempo.
Fue 1-0 además porque Del Bono se perdió increíblemente un mano a mano rematando afuera y porque Wander de Almeida le metió mucha fantasía a un remate que salió alto, cuando la jugada pedía pase a Del Bono que entraba sólo por el medio.
Por despliegue, juego, entrega y situaciones de riesgo generadas, la victoria es inobjetable. Crucero fue el claro dominador de principio a fin y cada vez se afirma mejor en la categoría. Mostró que tiene mucho recambio en el medio y los ingresos de Franco y Recalde así lo confirman. Las victorias sirven para ir ganando confianza en lo que se viene, un torneo muy exigente y con rivales cada vez más difíciles. Por ahora, el cambio de categoría, no se siente.
