TODO MAL


Fue una noche para el olvido. Lesión de Pablo Schab, expulsión de Carlos Marczuk y derrota con el último. Después de un primer tiempo con gran volumen de juego, en cuatro minutos del complemento cambió todo y se vino el inesperado triunfo de Ben Hur 3-1.

Salió todo mal. Fue una de esas noches casi trágicas, con lesiones, expulsiones y una derrota impensada en lo previo. Caída increíble de Crucero en Rafaela ante Ben Hur por 3-1, en otro llamado de atención para el equipo de Pedro Dechat que sigue como líder y que se vio afectado por un cimbronazo anímico que significó la prematura lesión de Pablo Schab.

No es excusa, pero todos quedamos muy preocupados cuando Pablo abandonó la cancha cuando no se había cumplido el primer cuarto de hora, por un fuerte golpe en la cabeza. De repente tuvo que saltar a escena el juvenil Carlos Franco, a quien se le abrió la puerta para viajar por la lesión de Julio Gaona y de repente, saltó a la cancha. No desentonó, no fue el responsable de los goles, pero sin dudas que no se le puede cargar el peso de un partido a un chico de 17 años y con sus primeros minutos de torneo Argentino A encima.

Independientemente del dramático momento por la lesión de Pablo Schab, en la primera parte Crucero jugó en un nivel superlativo. Fue amo y señor de todas las acciones de riesgo, la movió con paciencia, la administró siempre al ras del piso y generó situaciones como para liquidar el pleito en el primer tiempo.

Antes del gol de Yegros Tejada, cada avance de los laterales era amenaza de gol para Crucero. Mosevich escalaba y no encontraba obstáculos por derecha; y por izquierda, Dardo se asociaba con Cabrera y abría surcos por su andarivel. De la pelota parada aparecieron opciones pero lo mejor estuvo en una seguidilla de toques que terminó en una gran habilitación para Derlis Soto que definió a la carrera y tapó bien el arquero Bergesse.

Con Piru Franco en el arco, un chico que no tiene gran porte y está en plena etapa de desarrollo, Ben Hur se animó a tirar pelotazos para poner a prueba los nervios del juvenil, que respondió bien abajo tras un remate cruzado de Valiente y no tuvo inconvenientes en cachetear al córner, un tiro por elevación de Monteprosi. Pero en una rápida contra, Yegros Tejada ganó en velocidad por izquierda y a pura potencia, cuando entraba al área sacó un remate cruzado que venció a Bergesse y estableció el merecido 1-0 para el equipo misionero.

Con el tanto a favor, Crucero se serenó aún más con la pelota, aprovechó cierto desconcierto de los rafaelinos y pudo aumentar con un cabezazo de Matto González que por muy poco no fue el segundo. Pero en el segundo tiempo, volvieron los nubarrones.

Las bajas

A los problemas que ya traía el equipo en la previa, por las lesiones de Julio Gaona y del goleador Gonzalo Del Bono, en Rafaela se sumó un cuadro febril de Pedro Brítez, que no tuvo un segundo tiempo en el nivel acostumbrado y debió ser reemplazado por Recalde. Y encima llegó la lesión de Pablo Schab y el debut del arquerito Franco.

Con nada que perder, con una pobre producción en el torneo y sin la presión de tener que ganarle al puntero, Ben Hur comenzó a progresar en la cancha y Crucero lo dejó venir. Olivera, un nueve de grantalla, salía siempre a pivotear y así se generaron jugadas por los costados. Pero el hombre que cambió el partido estaba en el banco: Conrado Peralta Pino.

Una mala salida de Crucero desde el fondo, provocó el penal de Gamarra a Olivera, que el defensor Nieva cambió por gol. Y ya con Peralta Pino, Ben Hur agregó un punta en lugar de Valiente y el oportunismo del delantero ingresado, cambió la historia del partido en cuatro minutos, porque cada vez que El Colectivero buscaba adelantarse en campo adversario, las contras del local fueron letales. Primero a los 24 cuando toda la jugada se inició con Ruata por izquierda y terminó del otro lado con un remate seco y bajo de Peralta. Y cuatro minutos después, Insaurralde la inició por derecha, Olivera cubrió bien a los centrales de Crucero y le llegó otra vez a Peralta para fusilar nuevamente al arquero Franco.

Como si el golpe anímico de pasar del 1-0 al 3-1 en contra no alcanzaba, Crucero sufrió la expulsión de Carlos Marczuk, impotente porque no salían las cosas, quien metió una patada en el medio a pocos metros del juez Stevenot (otra vez de floja labor) y vio la roja ante la desazón de todo el banco. Pero reaccionó Crucero, puso a Ben Hur contra las cuerdas y tuvo tres jugadas como para achicar la distancia o incluso empatar. Una media vuelta a Tomasini que pegó en el palo; un remate bajo de Escobar que pasó cerca y un cabezazo de Mosevich apenas arriba.

No alcanzó. Desde las radios llegaban noticias alentadoras porque los escoltas también resignaron puntos. Aunque eso no debe servir como consuelo. Fue una noche en la que salió todo mal, por el accidente de Pablo Schab, la expulsión de Marczuk y un segundo tiempo en el que Ben Hur lo fue a buscar de guapo y tuvo la contundencia que le faltó a Crucero en la primera parte.

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